El aceite de oliva: Beneficios y cómo usarlo en la cocina

Vivimos en un mundo acelerado donde, muchas veces, comemos lo que tenemos a mano y no lo que realmente necesitamos. Sin embargo, existe una relación poderosa entre nuestro bienestar y la comida que El aceite de oliva ha sido un pilar fundamental de la dieta mediterránea durante siglos. Más allá de su sabor delicado y versatilidad en la cocina, este oro líquido es reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. A continuación en KuokoKitchen, te enseñaremos más sobre sus propiedades, ventajas nutricionales y formas prácticas de incorporarlo en tus recetas diarias.
en casa. Cocinar no es solo un acto necesario para alimentarnos; es también una forma de autocuidado. Aprende en KuokoKitchen de qué manera la alimentación consciente, escuchar a nuestro cuerpo y preparar aquello que nos hace sentir bien puede marcar una gran diferencia en nuestra salud física, emocional y mental.
Un aliado para la salud
El aceite de oliva virgen extra, en particular, es rico en ácidos grasos monoinsaturados, especialmente ácido oleico, y antioxidantes naturales como los polifenoles y la vitamina E. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo, protegiendo las células del envejecimiento prematuro y de enfermedades crónicas.
Estudios científicos han relacionado el consumo regular de aceite de oliva con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y a aumentar el HDL (el “bueno”), mejorando así la salud del corazón. Además, su efecto antiinflamatorio puede ser beneficioso para personas con artritis, diabetes tipo 2 y otras afecciones inflamatorias.
También se ha investigado su papel en la prevención del deterioro cognitivo. Algunos estudios sugieren que una dieta rica en aceite de oliva puede estar asociada con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Tipos de aceite de oliva
No todos los aceites de oliva son iguales. El más recomendado por sus beneficios nutricionales y su sabor es el aceite de oliva virgen extra (AOVE). Se obtiene mediante procedimientos mecánicos y sin intervención de productos químicos, lo que preserva al máximo sus propiedades.
El aceite de oliva virgen también es una buena opción, aunque su calidad es ligeramente inferior. Por último, el aceite de oliva refinado suele utilizarse en usos industriales o frituras por su sabor más neutro y menor coste, aunque también tiene menos beneficios nutricionales.

Cómo usar el aceite de oliva en la cocina
Una de las grandes ventajas del aceite de oliva es su versatilidad. Puede usarse tanto en crudo como para cocinar, y aporta un sabor único a múltiples preparaciones.
En crudo
Cuando se consume en crudo es cuando más se aprovechan sus beneficios. Puedes usarlo para aliñar ensaladas, aderezar verduras cocidas o realzar el sabor del pan tostado. Un chorrito de AOVE sobre una tostada con tomate o sobre una ensalada de hojas verdes es una manera sencilla y deliciosa de incorporarlo a tu dieta.
Para cocinar
Contrario a la creencia popular, el aceite de oliva es apto para cocinar, incluso para freír. Su punto de humeo (la temperatura a la que empieza a descomponerse) es suficientemente alto, sobre todo en el caso del virgen extra, lo que lo convierte en una opción segura para salteados, asados o guisos.
Eso sí, es recomendable no reutilizarlo muchas veces ni sobrecalentarlo en exceso. Para cocinar a temperaturas muy altas durante periodos prolongados, como en frituras profundas, puedes optar por un aceite más económico, como el virgen o refinado, pero siempre que sea de buena calidad.
En repostería
Aunque no es lo más habitual, el aceite de oliva puede sustituir a la mantequilla u otras grasas en algunos postres. Su uso en bizcochos, magdalenas o galletas aporta una textura más jugosa y un perfil graso más saludable. Es importante elegir un aceite suave para que no domine el sabor del dulce.
Consejos de conservación
Para que el aceite de oliva mantenga todas sus propiedades, es fundamental conservarlo adecuadamente. Guárdalo en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa. Lo ideal es utilizar envases de vidrio oscuro o de acero inoxidable, ya que el plástico puede alterar sus características con el tiempo.
También es conveniente consumirlo en un plazo razonable desde su apertura. Aunque no se estropea fácilmente, con el tiempo puede perder aroma, sabor y parte de sus antioxidantes.
El aceite de oliva no solo es un ingrediente imprescindible en la cocina mediterránea, sino también un auténtico tesoro nutricional. Incorporarlo en tu día a día es una decisión sencilla que puede marcar una gran diferencia en tu bienestar general. Así que la próxima vez que te enfrentes a una receta, piensa en el aceite oliva no solo como una grasa para cocinar, sino como un ingrediente protagonista lleno de beneficios.