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Los fitoquímicos

los fitoquímicos

Si has llegado hasta este artículo buscando respuesta a la pregunta ¿qué son los fitoquímicos? Prepárate, porque vamos a explicártelo todo sobre estas sustancias que están tan de moda pese a llevar en nuestro entorno y en nuestro organismo toda la vida.

Y es que los fitoquímicos no son nada nuevo. Farmacéuticas y empresas de nutrición llevan usándolos en sus composiciones muchos años, pero es ahora cuando estamos descubriendo realmente todas sus propiedades y características. Cuando estamos comprendiendo realmente los beneficios que aportan a nuestro organismo.

Las propiedades de los fitoquímicos se han ensalzado hasta cotas realmente importantes. Y no es que no merezcan un lugar destacado como sustancias beneficiosas, es más bien que no debemos tomar al pie de la letra afirmaciones tan contundentes como que “los compuestos fitoquímicos evitan el cáncer”. Debemos comprender correctamente qué son los fitoquímicos, dónde los encontramos y qué nos aportan.

 

¿Qué son los fitoquímicos?

Los fitoquímicos son sustancias producidas por las plantas. Podemos encontrar compuestos fitoquímicos en las frutas, las verduras y las legumbres y son los responsables de su crecimiento, su prevención contra plagas o de su color.

No son nutrientes, pero ayudan a su correcta absorción. No tienen una función nutricional o energética, lo que se traduce en que no son indispensables para el organismo —como lo son las proteínas, por ejemplo— pero sí son beneficiosos.

Por ello, los alimentos que contienen fitoquímicos se consideran más bien funcionales, son buenos para nuestra salud aunque no nos alimenten.

Siempre hemos oído que comer más verduras y legumbres es bueno para nuestro organismo, pero ¿qué beneficios nos aportan exactamente y por qué?
La respuesta está, entre otras propiedades, en los fitoquímicos que contienen.

Pongamos algunos ejemplos de beneficios que recibimos en la ingesta de verduras, legumbres y plantas, gracias a los compuestos fitoquímicos que integran:

  • Mantener una correcta visión, sentido que se deteriora con la edad y con el estilo de vida que llevamos, tan ligado a las pantallas.
  • Conservar la integridad del sistema óseo, contribuyendo a la correcta absorción de calcio.
  • Durante la lactancia materna, estimular la producción de leche.
  • Reducir las inflamaciones gracias a la función antioxidante.
  • Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares mejorando la circulación sanguínea.
  • Colaborar en la correcta conversión y/o eliminación de sustancias potencialmente tóxicas.
  • Ayudar al sistema inmunitario.

Los compuestos fitoquímicos son sustancias no digeribles, que estimulan el crecimiento de bacterias buenas para el organismo. Bacterias como Bifidobacterium, Lactobacillus, Enterococcus o Streptococcus conocidas por sus funciones anti-inflamatorias o reguladoras del sistema digestivo.

No son probióticos, pero sí que trabajan desde el intestino ayudando a crear ecosistemas bacterianos beneficiosos. Una flora intestinal sana y equilibrada siempre es deseable ¿verdad?

 

Tipologías de compuestos fitoquímicos, sus propiedades y dónde encontrarlos

A lo largo de este artículo hemos hablado de los compuestos fitoquímicos en plural. Cada tipología de planta tiene un aspecto y propiedades diferentes y, dado que estas características vienen determinadas por sus compuestos fitoquímicos, encontramos una gran variedad de los mismos en la naturaleza.

Sin entrar en terminología demasiado técnica o en clasificaciones muy concretas, vamos a enumerar a continuación, los grandes conjuntos de compuestos fitoquímicos que existen para que conozcas sus aportaciones y sepas dónde encontrarlos.

FITOQUÍMICOS FENOLES

Con propiedades antioxidantes y asociados a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y de la vista. Podemos dividirlos en:

  • Los flavonoides, que podemos encontrar en alimentos cítricos: cereza, manzana, uva, té o pimiento y que ayudan a cuidar nuestra vista.
  • Los ácidos fenólicos, presentes en legumbres, cereales integrales, el té o la alcachofa y con gran aportación de antioxidantes.
  • Y los polifenoles no flavonoides, presente en el vino tinto, el lino, legumbres, frutas y hortalizas, para dar sabor y aroma, y ricos en ácido fólico.

FITOQUÍMICOS TIOLES

Tienen como principal componente el azufre, ayudan al sistema cardiovascular y podemos encontrarlos en: repollos, coles, coliflor, espinacas, lombarda, brócoli, rábanos o en el ajo.

FITOQUÍMICOS TERPENOS

Presentes en frutas y verduras naranjas, estos fitoquímicos ayudan a nuestro sistema inmunológico y pueden contribuir en la prevención de la formación de células cancerígenas.

Los aceites vegetales, la quinoa o la soja contienen también gran cantidad de compuestos fitoquímicos terpenos.

FITOQUÍMICOS TOCOFEROLES

Incluidos en los frutos secos, los vegetales de hoja verde o en aceites vegetales, estos compuestos fitoquímicos tienen una función similar a la que realiza la Vitamina E.

En muchos artículos podemos encontrar información que hace referencia a las propiedades anticanceríguenas de los compuestos fitoquímicos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición hace referencia, en su Revista del comité científico, a estas propiedades:

“(…) las frutas y verduras son alimentos “protectores”, es decir, proporcionan una amplia variedad de sustancias llamadas fitoquímicos, flavonoides y fitoestrógenos los cuales ayudan a prevenir algunas enfermedades comunes, como enfermedades del corazón e incluso algunos tipos de cáncer. Además, proporcionan fibra, así como toda una serie de vitaminas y minerales como la vitamina C, vitamina B, potasio y magnesio cuyo efecto es beneficioso. Las legumbres se caracterizan también por ser una fuente de fibra soluble (…).
El consumo de estos alimentos con frecuencia supone la limitación de otros que son altos en grasa, sal y/o azúcar, suponiendo esto la clave para una alimentación saludable.”

Afirman, a continuación que es conveniente ingerir frutas y verduras crudas, siempre que sea posible, para que conserven al máximo sus propiedades.
En caso de que necesiten ser cocinadas, te recomendamos encarecidamente que emplees utensilios de calidad y libres de tóxicos para tus elaboraciones.

En KUOKO producimos nuestras cacerolas y boles con cerámica, acero inoxidable y madera de bambú. Confiamos en estos materiales porque no reaccionan con el calor o con la comida, presentan muy baja porosidad y son inoloros, además de sostenibles y artesanales.

Comer frutas y verduras es esencial para el bienestar de nuestro organismo y cocinar de forma sostenible, con materiales biodegradables y libres de plástico es, además, esencial para el planeta.